17 feb 2010

Sabiduria..


A veces es un error juzgar el valor de una actividad simplemente por el tiempo que se toma en realizarla.


Un buen ejemplo es el caso del ingeniero que fue llamado a arreglar un CPD extremadamente complejo, valía 12 millones de euros.
Sentado frente a la pantalla, oprimió unas cuantas teclas, asintió con la cabeza, murmuró algo para sí mismo y apagó el equipo.

Procedió a sacar un pequeño destornillador de su bolsillo y dio vuelta y media a un minúsculo tornillo.
Entonces encendió de nuevo el servidor y comprobó que estaba trabajando perfectamente.
El presidente de la compañía se mostró encantado y se ofreció a pagar la cuenta en el acto.
-”¿Cuánto le debo? “-preguntó.
- “Son mil euros, si me hace el favor.”
- “¿Mil euros? ¿Mil euros por unos momentos de trabajo? ¿Mil euros por apretar un simple tornillito?
Ya sé que mi CPD cuesta 12 millones de euros, ¡pero mil euros es una cantidad disparatada!
La pagaré sólo si me manda una factura perfectamente detallada que la justifique.”
El ingeniero asintió con la cabeza y se fue.

A la mañana siguiente, el presidente recibió la factura, la leyó con cuidado, sacudió la cabeza procedió a pagarla en el acto, sin rechistar.

La factura decía:

Detalle de servicios prestados:

Apretar un tornillo……….......................... 1 euro.
Saber qué tornillo apretar………….......... 999 euros.

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